La mujer, siendo el 51% de la población, representa solo el 26% de las aseguradas como conductoras habituales. No obstante estamos hablando de más de 8 millones de conductoras aseguradas, según Estamos Seguros, iniciativa de la patronal de las aseguradoras Unespa. No obstante, cabe matizar que, un buen número de mujeres conducen pero no tiene el seguro a su nombre, sino que están autorizadas como segundas conductoras.

También las hay que no constan en ningún contrato de seguro, porque solo utilizan de forma esporádica el vehículo de un familiar o de alguna empresa de alquiler. 

Sin embargo, son muchas (cada vez más) aquellas que conducen de manera regular y, por tanto, constan como conductoras habituales en el seguro.

¿Dónde están las conductoras en España?

En primer lugar, los datos sugieren que existe un déficit importante de presencia femenina al volante especialmente entre las más jóvenes y entre las más mayores. En 2008, por ejemplo, se estimaban unas 375.000 conductoras habituales entre 18 y 25 años. Hoy, esa cifra se estima en unas 150.000; lo que indica que en este tramo de edad las mujeres han pasado de representar el 17% del total de conductores, a solo el 8%. Todo parece indicar, pues, que la mujer joven está, como poco, retrasando el momento en que se convierte en conductora habitual.

El otro factor ligado a la edad es que, puesto que la incorporación de la mujer a la conducción es un fenómeno relativamente reciente, en el otro extremo de la curva de edad su participación es pequeña. Así, las mujeres, que son el 26% de los conductores habituales totales, apenas representan el 16% en el tramo de edad de más de 65 años. Un porcentaje bajo, consecuencia de unos tiempos en los que la mujer no solía conducir, aunque, incluso, tuviera carné.

La otra gran razón de la infrarrepresentación de la mujer en los contratos de seguro es su baja presencia en la conducción de vehículos pesados y motos. Las conductoras de autobús son el 3% de los conductores totales; y las camioneras son el 3,5% de los camioneros habituales. Asimismo, mientras que entre los escúteres las mujeres tienen una presencia del 20%, entre las motos todavía es muy baja: del 8%.

El tramo de edad en el que actualmente está más difundida la conducción habitual es el tramo entre 46 y 50 años. Las mujeres nacidas entre 1970 y 1974 que conducen habitualmente son el 64% de la población total de mujeres de esa edad. Porcentajes muy parecidos se aprecian en el tramo anterior (41 a 45) y posterior (51 a 55).

Tenerife, la provincia con más conductoras

La provincia en la que la mujer tiene un mayor peso sobre el total de conductores habituales (una de cada tres) es Tenerife, seguida de Las Palmas y de las Baleares. De este modo, los territorios insulares, pues, son aquéllos donde la mujer coge el coche más habitualmente. ¿Los que menos? Pues según Estamos Seguros, Cuenca, Jaén y Zamora.

Se trata, en todo caso, de una realidad muy rápidamente cambiante.

El comportamiento de la mujer frente al taller

Siguiendo con el estudio de Ipsos, con respecto a los servicios que ellas contratan —de las que acuden al taller—, sólo el 29% de las mujeres lleva el coche al taller con periodicidad para realizar un mantenimiento del vehículo como, por ejemplo, antes de un viaje largo. Por el contrario, el 72% acude al taller cuando tiene que realizar el mantenimiento indicado por el fabricante y el 47% también lo lleva cuando ha sufrido una avería o accidente.

En referencia a lo que más valoran a la hora de acudir con mayor frecuencia al taller, el 81% de las mujeres encuestadas valoran el precio y la calidad del servicio, mientras que el 31% aboga por una mayor comunicación y empatía entre mecánicos y clientes. El 26% afirma que incrementaría sus visitas al taller si hubiera más ofertas en productos y servicios.

Qué es el 'target' o público objetivo

Con todos estos datos la siguiente pregunta será ¿estamos prestando suficiente atención a las clientas (actuales o potenciales) en nuestro taller? Si lo que queremos es aumentar nuestra cartera de clientes desde luego, las mujeres son un grupo interesante para atraer hacia nuestro negocio. Eso sí, se trata, como hemos visto, de un target con sus propias necesidades con lo que deberemos tenerlo en cuenta a la hora de adaptar nuestros servicios a dichas necesidades...

Ahora bien, demos un paso atrás ¿sabemos cómo definir nuestro 'target' o público objetivo? En el mundo del marketing se habla de clientes potenciales, nicho de mercado, público objetivo, target…etc. Normalmente, las personas que usan dichos términos, saben a qué se refieren y tienen claros sus conceptos, pero para el resto puede que les pueda confundir...

Básicamente, nuestro 'target' es nuestro público objetivo y público potencial. De esta manera, cuando hablamos de 'target', nos referimos a aquel grupo de personas que debido a sus cualidades y características tiene un alto potencial, o existe una alta probabilidad, de que pueda llegar a ser en el futuro un consumidor de nuestro producto o servicio, en nuestro caso, de nuestro taller...

Es, por tanto, el grupo de personas al que deben ir enfocados nuestros esfuerzos (no sólo de marketing) para atraerlos a nuestra marca. En este sentido, cuanto mayor información tengamos de nuestro público, mejor definición haremos de ellos por lo que la toma de decisiones será mucho más sencilla.

Cómo definirlo en nuestro taller

¿Y cómo definirlo? En primer lugar, los datos siempre más fáciles de obtener del cliente al que nos vamos a dirigir, son los relacionados son los demográficos. Así, hay que preguntarse sobre variables básicas como 'sexo',pero también la edad, pues no es lo mismo dirigirnos a adolescentes que a mayores de 65 años pues los gustos cambian al igual que la forma y canales a través de los cuales llegamos a cada uno de ellos. La variable 'lugar' también es de suma importancia pues va a permitir reducir en gran medida el rango en el que nos vamos a centrar.

Igual de importante pueden ser las variables relacionadas con el entorno sociocultural tales como el nivel económico de nuestros clientes, el nivel educativo, sus costumbres...

Asimimo, hoy en día tan importante como las anteriores es conocer el 'perfil digital' de nuestro cliente, es decir: ¿Es un cliente digitalizado? ¿Qué redes sociales utiliza?, ¿es activo en ellas? ¿Cuál es su frecuencia de navegación?

Incluso, podemos ir más allá si nuestra página web es importante en nuestra estrategia para captar clientes. En ese sentido, otras preguntas clave podrían ser: ¿De dónde vienen tus visitas a la web? ¿De una búsqueda directa o publicidad? ¿Desde qué lugar acceden a tu web? ¿casa, oficina o lugares públicos? Y por último y respecto a la competencia, ¿qué otros lugares visitan tus clientes?

Toda esta información nos permitirá conocer no sólo a nuestros clientes actuales sino el perfil que pueden tener los potenciales, especialmente, el 'target' mujer que, como hemos visto, supone un importante número, que no debemos pasar por alto si lo que queremos es aumentar nuestra cartera de clientes para generar mayores ingresos para nuestro negocio.

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