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El negocio de la recalibración de ADAS para el taller de carrocería

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Aumentar los ingresos y mejorar la rentabilidad del negocio son dos de las obsesiones de cualquier gerente o responsable de taller. Y en esa búsqueda de vías para incrementar nuestra facturación, uno de los elementos que no podemos pasar por alto es el protagonismo que está adquiriendo en los últimos años (y que aún será mayor en el futuro) la proliferación de los Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS).

No en vano, hasta diez sistemas de seguridad (Frenada de emergencia, Asistente de Velocidad Inteligente, Cámara trasera de detección de tráfico cruzado, o Alerta de cambio involuntario de carril, entre otros...) serán obligatorios en Europa en todos los turismos y furgonetas ligeras que se homologuen a partir de julio de 2022 y en todos los modelos que salgan de fábrica a partir de 2024.

De hecho, son numerosos los estudios de mercado que prevén un aumento exponencial de este negocio en los próximos años. Uno de los últimos, de la consultora Technavio, señala que el mercado de los sensores ADAS tiene el potencial de crecer en 30.530 millones de dólares (unos 25.180 millones de euros) en el periodo 2021-2025, y que el impulso de crecimiento del mercado se acelerará a una tasa compuesta anual del 21,93%. Mientras, otro informe de 2020, de MarketsandMarkets, pronosticaba que este mercado, y a pesar de la pandemia, alcanzará los 83.000 millones de dólares (unos 68.460 millones de euros) en 2030, con una tasa compuesta anual del 11,9%.

Mantenimiento y revisión de los ADAS

En cualquier caso, lo que sí es cierto es que la recalibración de sistemas ADAS, cada vez más presentes en los vehículos que ya circulan por nuestras carreteras, abre una nueva área de negocio para los talleres de reparación de carrocería.

Y es que la adecuada revisión y mantenimiento de los radares y de las cámaras en los sistemas ADAS, "resulta esencial” como advierten desde ‘Elige calidad, elige confianza’ (ECEC), iniciativa formada por fabricantes de componentes de automoción de primer nivel ¿Por qué? Pues porque un fallo en el sensor de radar afecta directamente a estos sistemas, así como a los sistemas de seguridad activa y pasiva del vehículo.

De este modo, un adecuado mantenimiento de los sensores es determinante para la seguridad en la conducción. Por ello, la calibración de los ADAS debe realizarse siempre ante trabajos de reparación de carrocerías; intervenciones en el chasis, tales como alineación de ruedas o tuning; sustituciones de parabrisas; o trabajos con las ECU (Engine Control Unit) o con sensores DAS (Distributed Acoustic Sensing).

El mantenimiento de estos sistemas consiste en tener limpias las superficies de medición tanto en radares, como parabrisas delantero y lentes de cámaras perimetrales y trasera. Para ello, se realiza la calibración de los sistemas, con un previo ajuste correcto del sensor. Los sensores ADAS, en circunstancias normales, se alinean en función del eje de conducción geométrico. Salvo excepciones, la línea central del vehículo es la referencia.

¿Cuándo hay que recalibrarlos en el taller?

En el caso del radar, la calibración ha de efectuarse siempre que se haya desmontado y montado el sensor de radar, si el componente sensor de radar no reconoce el vehículo; en el caso en que en la memoria de averías haya registrado algún fallo, siempre que se realice una alineación de los ejes o un ajuste de nivel de altura en el vehículo.

De igual modo, la calibración de radares debe realizarse si el soporte del componente, después de repararlo, está aflojado, desplazado o deformado; si se ha sustituido el componente, previa configuración con equipo de diagnosis; cuando el componente hubiese sido dañado, por golpe o manipulación; de forma preventiva si el vehículo hubiera tenido un golpe fuerte; así como si se desmonta el paragolpes, en el caso de que el radar vaya fijado a él.

Por su parte, la cámara requerirá de calibración siempre que se sustituya la luna parabrisas, al igual que cuando se desmonte o monte la cámara, y siempre que tenga averías grabadas en el calculador.

Las cámaras de visión trasera para aparcamiento necesitan estar bien limpias y colocadas con respecto a la carrocería, además necesitan calibración al ser sustituidas, al variar la alineación del vehículo, al haber sufrido un golpe el vehículo o al tener fallos en la unidad que procesa la imagen.

Estas cámaras pueden necesitar ajuste estático o estático y dinámico, lo que puede requerir equipo de diagnosis para lanzar el calibrado o, en algunos casos, autocalibrarse solas, según las indicaciones de cada fabricante.

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