El mundo digital tiene una influencia fundamental en la forma en que el cliente interactúa con el taller. Por ello, es muy importante estar presentes en múltiples canales, independientemente de la hora, el lugar, el dispositivo o el medio. 

Y no sólo eso, de cara a la propia gestión y organización del negocio, la transformación digital se ha convertido en un factor crítico, ya que tiene un impacto positivo tanto en la eficiencia como la productividad al mejorar todos los procesos internos. Todo ello, tiene una influencia positiva directa en la rentabilidad del taller, algo especialmente importante hoy cuando los márgenes son cada vez más estrechos.

Digitalización y competitividad

A medida que las tecnologías de la información y las comunicaciones se han vuelto más accesibles, su uso por parte de la sociedad se ha generalizado. Para ser más competitivos en este sector, es necesario mirar el cambio no como una amenaza, sino como una oportunidad de negocio.

Eso sí, hay que tener claro que la digitalización no es un objetivo en sí mismo, sino un medio para seguir teniendo buenos resultados y los beneficios deseados. Cada vez es más necesario estar conectado con los clientes y establecer una comunicación fluida, bidireccional y transparente. El cliente es el centro de nuestro negocio y comprender sus necesidades y comportamientos es fundamental para crear el cambio ágil que exige el mundo digital.

Es importante mirar más allá de nuestro negocio y nuestro sector para comprender dónde se está produciendo el cambio y cómo se perfila el panorama empresarial. En el sector de la reparación de vehículos, es conveniente tener un plan de negocios respaldado por una visión que apueste por el futuro. Es crucial, en este sentido, pensar más en generar valor, no tanto en las actividades, como en lograr que todos los puntos de contacto del cliente con nuestro negocio sean mejores, más rápidos y más eficientes.

Y tenlo claro: a día de hoy, las ventas no empiezan en la recepción de tu taller, sino en Google. Tener conexión a Internet, un perfil de Facebook y una tablet para el asesor de servicio es un comienzo, pero no nos convierte en una empresa digital. La clave está en transformar en una empresa digitalizada una empresa que se identifica con el mundo digital en el que opera.

No obstante, la mera implementación de la tecnología no produce la transformación digital. Esto se logra cambiando la organización del taller para aprovechar el potencial de estas tecnologías. De esta forma, la transformación comienza con las personas. Y a partir de ahí, es fundamental implementar nuevas formas de trabajar que mejoren los procesos para hacerlos más eficientes, lo que debe conllevar un incremento de la productividad y, en última instancia, a mejorar nuestra rentabilidad.

¿Y realmente merece la pena el esfuerzo?

La transformación digital es un proceso, que implica cambios muy relevantes en aspectos culturales y organizativos de cara a cambiar la organización. Por la experiencia acelerada vivida durante lo más duro de la pandemia, se puede decir que va más allá de lo tecnológico para entrar al núcleo central de cada empresa: su modelo de negocio.

Y este es precisamente el gran desafío, ya que supone necesariamente repensar aspectos que han sido claves e incluso considerados inamovibles, por tanto, muy difíciles de asumir si no existe una cultura del cambio adecuada. Sin embargo, el esfuerzo merece la pena.

Según los datos disponibles, la transformación digital del tejido empresarial permitiría aumentar el producto interior bruto (PIB) de España entre 1,5 y 2,5 puntos porcentuales anuales hasta 2025 e incrementar la productividad de las pymes entre un 15 y un 25%.

De igual forma, según datos facilitados por Telefónica, las empresas ya digitalizadas han aumentado su productividad o sus ventas en niveles superiores al 10%.

Por este motivo, las empresas (y tu taller de reparación de vehículos lo es) deben impulsar un cambio en sus negocios, desarrollar nuevas habilidades (apoyadas en el aprendizaje continuo) para que, con las herramientas tecnológicas adecuadas, no solo se pueda responder a las próximas tendencias sino gestionarlas para estar a la vanguardia de los cambios.

La digitalización permite generar mayores ingresos por la creación de nuevas oportunidades; optimizar los procesos gracias al análisis de datos, que ayudan en la toma de decisiones; controlar los gastos y ahorrar costes; y ayudar a retener el talento. Beneficios todos al alcance de todo tipo de talleres, grandes, medianos o pequeños.

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